El orden está de moda. Programas de televisión y blogs populares promueven el minimalismo y la idea de conservar solo las posesiones que inspiran alegría. Y ahora, el consumismo desenfrenado de antaño está dando paso a los nuevos principios del minimalismo.
Así que esta primavera, ve más allá de una sola visita a la tienda de segunda mano sin fines de lucro y haz una depuración. Pregúntate: ¿Qué quiero tener realmente? Empecemos por la ropa. ¿Sabías que el 80 % de lo que usamos proviene de solo el 20 % de tu armario? ¿Será que algunas de esas prendas supuestamente te motivan a perder peso? Según un número creciente de gurús de la dieta, la ropa ideal no inspira a perder peso, y serás más feliz si donas la ropa que no te queda bien.
Quienes guardan ropa suelen guardar también papeles, archivos y libros. ¿Cuándo fue la última vez que releíste un libro que tenías? ¡Recíclalos en tu biblioteca local o crea una pequeña biblioteca gratuita! Y recuerda, tu Gran Contenedor está ávido de archivos, correo viejo, revistas y periódicos. Recuerda: ¡Las recetas ahora están en línea!
Ahora viene lo difícil: el garaje. El peligro acecha ahí. Los residuos domésticos peligrosos, como aparatos electrónicos viejos, aceite de motor, tubos/bombillas fluorescentes y pilas (domésticas y de vehículos), aceite de motor y filtros, artículos con mercurio y grasas (FOG) pueden ser perjudiciales para la salud y el planeta si no se eliminan correctamente. Llame a su transportista y programe una recogida de residuos peligrosos.
Nada de esta información te resultará familiar si niegas tus hábitos de desorden, así que considera lo siguiente como una prueba. ¿Tienes cosas pegadas en el refrigerador? Un estudio realizado por antropólogos de la UCLA concluyó que si el refrigerador se ve deteriorado, la casa también lo es (un refrigerador estadounidense promedio tiene 52 cosas pegadas).
Al igual que la primavera, ordenar puede tener un efecto profundo y positivo en tu vida. Ponte manos a la obra con responsabilidad, evitando que los objetos terminen en los vertederos y poniéndolos en manos de quienes los necesitan. ¡Mucha suerte!
